A finales de la década de los 80s y pricipios de los 90s, servicios on-line como Prodigy, GEnie, Compuserve y America On-line permitían a usuarios acceder a información disponible on-line y en algunos casos en tiempo real.
Cada día es más común ver empresas que ofrecen al usuario / cliente experiencias básicas de realidad aumentada. La realidad es que la tecnología ha avanzado tanto y las bases de datos son tan extensas que las posibilidades son ilimitadas. Más en otros países que en México, el uso de los servicios web y las aplicaciones móviles de información son tan avanzados y las redes neuronales y búsqueda semántica están tan bien implementados que el poder migrar hacia dispositivos como los lentes de Google es una posibilidad fuertemente factible a corto plazo.
EL tema de la visión del futuro me sigue apasionando y sorprendiendo. Desde hace tiempo ha escrito al respecto de gadgets flexibles y de poco peso que pudieran sustituir libros de texto en escuelas o directorios telefónicos en casa, gadgets de bajo costo que pudieran usarse masivamente y que pudieran actualizarse en forma rápida y económica, muy al estilo de como lo hacen los Kindles con Whispesynch.
Hacia principios de la primera década de los 2000 viví y sufrí en carne propia y en el bolsillo el estallido de la burbuja de las punto com. Sufrí no sólo eso, sino también el impacto que los atentados del 11 de septiembre en NY dieron a las acciones de las principales emisoras tecnológicas. El índice NASDAQ, por temas personales y profesionales el que más seguía en ese entonces ya me deprimía cada vez que lo veía.