
La problemática estriba en el hecho de que cada día nos enfrentamos a downtimes, APIs saturados, servicios lentos y caídos y lejos de migrar hacia llanuras más verdes exigir servicios de calidad, sólo nos lamentamos y seguimos trabajando, divirtiéndonos, o sabrá Dios qué hacemos en Internet día a día.
Sí, pero ¿cómo me voy a quejar si el servicio es gratuito, y con quién?
No, no es gratis el servicio, ni Twitter ni Blogger ni Youtube, que son los 3 que hoy han fallado. Son servicios en extremo caros, ya que a cambio de las herramientas y facilidades de comunicación y convivencia social que nos dan estamos entregándoles nuestra información personal, nuestros patrones de comportamiento en Internet y una inteligencia por usuario impresionante, no olvidando la publicidad o riqueza que pueden generar por nuestro perfil mismo y la licencia de uso de información generada libre de regalías.
Difícil, sin embargo siendo usuarios simples, desvinculados que pueda hacernos caso, por ejemplo Twitter en una queja. Los grandes corporativos de las punto com ya no respetan al usuario. Esto le pasó a Yahoo! hace ya varios años cuando dejó de enfocarse en el usuario y buscó enfocarse en utilidades. Se lo comió Google. Sólo hace falta ver qué pasará cuando a la ballena de Twitter le llegue un buque lleno de arpones.
Y ustedes, ¿qué opinan?
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