México tristemente se ha convertido en un país de impunidad y en la que las leyes no son tal, sino simples y meras sugerencias de comportamiento. Si bien México ha aportado mucho valor al mundo, como lo podría ser en materia jurídica el juicio de amparo, también ha tomado un fuerte daño en su prestigio al demostrar que aquí las leyes se interpretan a juicio, discreción y conveniencia de los pocos que ostentan el poder – más no la autoridad.
Así como en su momento el amparo se percibió como una protección a personas y entidades en contra de acciones arbitrarias o que de algún modo violentaran derechos fundamentales por parte del gobierno a los afectados, los sindicatos se percibían como las agrupaciones que se dedicarían a proteger y salvaguardar los derechos laborales e intereses sociales, económicos y profesionales de grupos de empleados en contra de los patrones.
Felipe Calderón Hinojosa entra ayer a cadena nacional con parte de su gabinete, todos de negro, con la sobriedad de los trajes oscuros, la camisa blanca y corbatas contrastantes, en el caso de FCH roja.